Un lugar de trabajo libre de lesiones

Un lugar de trabajo libre de lesiones

Un lugar de trabajo libre de lesiones requiere prestar atención a tres ámbitos: el entorno (incluyendo herramientas, equipos y ambiente laboral), la persona (incluyendo conocimientos, actitudes, convicciones y personalidad) y comportamiento (incluyendo prácticas laborales seguras y riesgosas, así como conversaciones interpersonales). Los factores en estos tres ámbitos son interactivos, dinámicos y recíprocos, y determinan la cultura de una organización. En otras palabras, lo que las personas hacen (es decir, su comportamiento) en un cierto contexto (es decir, el ambiente) y cómo se sienten respecto de su participación (es decir, su estado personal) reflejan la cultura interpersonal de la situación.

Influir en un factor en un ámbito finalmente afecta a uno o más factores en los otros ámbitos. Por ejemplo, los cambios en algún aspecto del ambiente afectan indirectamente los comportamientos y actitudes de las personas, y el cambio del comportamiento generalmente se traduce en un cambio de actitud y en cierto cambio del entorno. De este modo, para lograr y mantener un lugar de trabajo libre de lesiones, los empleadores deben abordar cada ámbito diariamente durante el desarrollo, instauración y evaluación de las estrategias de intervención diseñadas para eliminar los peligros ambientales, disminuir las conductas de riesgo, aumentar los comportamientos seguros, y proporcionar al usuario estaciones de trabajo mejores desde el punto de vista ergonómico.

Tal atención continua a los aspectos relacionados con la seguridad en los entornos laborales, los comportamientos, percepciones y actitudes requiere que las personas vayan más allá de sólo cumplir con el deber de la seguridad y salud ocupacional. Esto se denomina preocupación activa, un término acuñado originalmente por Geller (1991) y utilizado en empresas del mundo entero para avanzar el control de lesiones más allá de los resultados logrados mediante los programas de seguridad tradicionales establecidos por la gerencia y regulados por las normas. Este paradigma de preocupación activa se ha expandido desde las aplicaciones industriales de SH&E hasta el combate al hostigamiento en las escuelas primarias (McCarty & Geller, artículo en prensa; Geller, McCarty, Carroll, et al., 2011) y fomentar un comportamiento prosocial (ver www.ac4p.org).

Las investigaciones en sicología social (Cialdini, 2001; Schroeder, Penner, Dovidio, et al., 1995), el análisis del comportamiento aplicado (Geller, 1998; Geller & Williams, 2001; McSween, 1995; Williams, 2010), y la sicología basada en las personas (Geller, 2001a; b) proporcionan los principios y estrategias prácticas para aumentar un sentido de interdependencia y preocuparse activamente de los comportamientos mediante una cultura laboral. Este artículo comparte los métodos prácticos, procedimientos de evaluación y resultados empíricos del intento de una empresa por lograr una cultura de la seguridad basada en la preocupación activa, un lugar de trabajo de cuidado mutuo en el cual las personas se sienten automotivadas a cuidar de la seguridad de los demás de manera regular.

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